La causa fundamental de esa caída fue la crisis económica generada mundialmente por la pandemia de Covid-19, según indica un estudio anual sobre el tema presentado la víspera por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo de la ONU con sede en esta capital.
Ese efecto negativo se manifestó esencialmente en el último cuatrimestre de 2020, pues en los ocho primeros meses la IED superó lo reportado durante la misma etapa de 2019.
El informe de la CEPAL señala que a pesar de esa contracción, Chile aparece como el tercer mayor receptor de IED en la región en la etapa, después de Brasil y México, este último una de las pocas economías de la región que mostró un crecimiento en la llegada de inversiones extranjeras directas en 2020.
La CEPAL señaló que del total de la IED en Chile, ingreso en forma de capital el 51 por ciento, el 38 correspondió a la reinversión de utilidades de empresas ya establecidas en el país, y el resto por préstamos entre filiales.
Los mayores volúmenes de inversiones se produjeron en los sectores de energía, servicios básicos, infraestructura y empresas de la economía digital.
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