En su mensaje de video de cara a la conmemoración en el Monumento a la Paz de Hiroshima, recordó que en este día, hace 76 años, una sola arma nuclear trajo un sufrimiento inimaginable a ese pueblo japonés.
Condena canciller cubano empleo de armas nucleares
La bomba atómica mató instantáneamente a decenas de miles de personas, y a muchas más decenas de miles en los años siguientes, lamentó el máximo representante de Naciones Unidas.
A juicio de Guterres, Hiroshima se define no solo por la tragedia desatada en ella, sino por las enseñanzas que dejó.
Los sobrevivientes de esa tragedia, los hibakusha, han dedicado sus vidas a compartir sus experiencias y hacer campaña para asegurarse de que nadie más sufra su destino, señaló el diplomático portugués.
Naciones Unidas comparte la visión de los hibakusha de un mundo sin armas nucleares, expresó, pero hay una profunda preocupación por la falta de progreso hacia el objetivo de un mundo libre de esos dispositivos.
El 6 de agosto de 1945, un avión bombardero Boeing B-29, bautizado Enola Gay, dejó caer en Hiroshima la bomba ‘Little Boy’ que hizo estallar una carga de 15 mil toneladas de TNT y devastó un rango de 13 kilómetros cuadrados
Tres días después, la fuerza aérea estadounidense sobrevoló la ciudad japonesa de Kokura, sin embargo, el cielo estaba tan nublado que fue preciso ejecutar el plan alternativo, lanzar la bomba ‘Fat Man’ sobre Nagasaki.
Ambos ataques de las fuerzas estadounidenses provocaron la muerte de más de 140 mil personas y en el mismo mes de agosto, el emperador nipón Hirohito oficializó un anuncio de rendición materializado el 2 de septiembre de ese año.
Fue el entonces presidente de Estados Unidos, Harry S. Truman, quien en el marco de la Segunda Guerra Mundial, autorizó un bombardeo sobre Hiroshima ya que Japón se había negado a aceptar la rendición propuesta por los aliados.
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