La investigación realizada por la principal organización del sector agroalimentario, Coldiretti, y la encuestadora Ixé, indicó que la pandemia retrasó la partida de esos vacacionistas y acentuó la tendencia a concentrar el descanso en agosto, con un total de 20,8 millones de turistas nacionales, uno por ciento menos que en 2020.
Según el informe, el aumento de la incidencia de la Covid-19 en Italia y las consiguientes limitaciones a los viajes, redimensionaron negativamente los pronósticos optimistas iniciales sobre la presencia de turistas extranjeros y provocaron que el 32 por ciento de los nacionales escogiera destinos próximos a casa.
Aunque la playa sigue siendo la meta preferida, precisó, con la preocupación de las aglomeraciones crece el turismo de montaña y el redescubrimiento de pequeños pueblos y centros menores de la campiña italiana como alternativa a los destinos turísticos más populares, mientras cae la presencia en las ciudades.
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