‘Presentamos a nuestra abuela niña inca, a nuestra hermana que regresó adonde nunca debió salir’, expresó el presidente Luis Arce en la ceremonia ante ese símbolo de adoración en el Museo Nacional de Arqueología en el cual permanecerá ahora.
El jefe de Estado destacó el hecho de contar en esa instalación con los restos mortales de Saphi en una fecha internacional conmemorativa ‘como justo y reconocido homenaje a nuestros pueblos originarios’.
La ceremonia ritual de este día ante los restos de Saphi (Raíz, en lengua originaria quechua), bajo el nombre de Sutiyaqi (nombramiento), fue presidida también por el vicepresidente David Choquehuanca.
El cuerpo momificado de la infante, de aproximadamente ocho años de edad, data del periodo intermedio tardío y el incario, ubicados entre los años mil 150 y 1532 de nuestra era.
Saphi recibió ese nombre en una ceremonia ancestral, simbólica y patrimonial ‘que reivindicó la memoria histórica y cultural de los pueblos ancestrales en su reencuentro con el presente’, explicó la Agencia Boliviana de Información.
msm/apb