Fuentes citadas por el sitio digital indicaron que los agresores irrumpieron de forma simultánea en las localidades de Karou y Ouatagouna, donde mataron a 48 personas, aunque esa cifra se remite a un balance provisional.
Ningún grupo armado asumió hasta el momento la autorìa del ataque, tampoco el gobierno central ofreció detalles sobre lo sucedido.
Por otra parte, se confirmó el asesinato ese mismo dìa de un soldado a uien un grupo de hombres armados le forzaron a bajar de un òmnibus en que viajaba hacia norteña localidad maliense de Gao y le balaron.
Mali y otros países de la región del Sahel son escenario de un incremento de ataques de destacamentos radicales de distorsionada filiación confesional islámica durante los últimos años, muchas de esas acciones ejecutadas por la rama de Al Qaeda en Malí, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), y Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS).
Paralelo a esos ataques se registra una escalada de la violencia intercomunitaria, todo lo cual hunde a la franja semidesértica en un ambiente de caos e intolerancia, asì como de aumento de la población desplazada.
Al respecto, la Unión Africana (UA) condenó la semana pasada los últimos ataques terroristas en el Sahel y pidió a los países de la región que ‘mantengan la presión’ sobre los grupos terroristas para erradicar ese flagelo que incentiva al aumento de tensiones y no a sus soluciones en el continente.
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