Ese gesto luctuoso fue decretado anoche por el presidente Sebastián Piñera durante una sencilla ceremonia realizada en la Plaza de la Ciudadanía del Palacio de La Moneda, acompañado por su esposa, Cecilia Morel, y el ministro de Salud, Enrique Paris.
También estuvieron presentes una representación de familiares de los fallecidos y de trabajadores de la Salud.
En el acto, Piñera señaló que el más hermoso homenaje que se puede rendir a quienes perdieron su vida por la Covid-19 es que toda la población continúe cuidándose y cuidando a los demás ‘porque nadie está verdaderamente seguro hasta que todos estemos seguros’.
En la ceremonia se hizo un minuto de silencio y se encendieron luces con los colores rojo, azul y blanco de la bandera chilena, en honor a los fallecidos, incluidos muchos trabajadores de la salud que se contagiaron mientras cumplían con su deber.
Con respecto a estos últimos, el mandatario aseguró que ‘no hay mayor de amor que entregar la propia vida por salvar la vida de otros’ incluso de personas desconocidas, y reiteró el llamado a unir voluntades y esfuerzos para superar la pandemia.
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