Los aguaceros torrenciales provocaron las crecidas que anegaron a muchas calles de esta capital, mientras que en Atbara, ciudad en el noreste del país la agencia oficial de noticias SUNA informó el derrumbe de varias casas por las precipitaciones.
Según los antecedentes meteorológicos, las fuertes lluvias generalmente caen en Sudán de junio a octubre, y el país enfrenta graves inundaciones cada año, cuando destruyen propiedades, objetos de infraestructura y cultivos.
La Oficina de ONU para la Coordinaciòn de Asuntos Humanitarios (OCHA), afirmó la pasada semana que unas 12 mil personas en ocho de los 18 estados sudaneses resultaron afectadas por las lluvias.
Conforme con cálculos de OCHA, más de 800 casas fueron totalmente destruidas y más de cuatro mil 400 casas dañadas’.
En 2020 las fuertes lluvias obligaron a las autoridades a decretar el estado de emergencia de tres meses, ya que afectaron a alrededor de 650 mil ciudadanos y más de 110 mil viviendas fueron parcialmente dañadas o completamente destruidas.
Ese año el nivel del Nilo Azul en los alrededores de esta ciudad, alcanzó su nivel más alto desde que comenzaron los registros de inundaciones hace más de un siglo.
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