En un mensaje por el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, alertó que esas comunidades siguen enfrentándose a una marginación, discriminación y exclusión abrumadoras.
Según destacó, esas disparidades -enraizadas en el colonialismo y el patriarcado- se sustentan en ‘una profunda resistencia al reconocimiento y respeto de los derechos, la dignidad y las libertades de los pueblos indígenas’.
A lo largo de la historia moderna, agregó Guterres, fueron despojados de sus tierras y territorios, de su autonomía política y económica e incluso de sus propios hijos, mientras sus culturas y lenguas se han denigrado y extinguido.
Si bien algunas naciones comenzaron a abordar este atroz legado a través de disculpas, esfuerzos de reconciliación y verdad, reformas legislativas y constitucionales, todavía queda mucho por hacer, subrayó el diplomático portugués.
En estos momentos, apuntó, es necesario un nuevo contrato social, que restaure y honre los derechos, la dignidad y las libertades de las poblaciones indígenas.
Para ello, debe ser fundamental el diálogo genuino, la interacción y la voluntad de escuchar, observó el secretario general de la ONU.
También se refirió a herramientas existentes para facilitar ese proceso, como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y el documento final de la Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas.
Guterres resaltó que no se puede continuar negando a los 476 millones de comunidades originarias del mundo la libre determinación y la participación significativa en la adopción de decisiones, para que de esa forma ejerzan su propia visión del desarrollo.
Además, se refirió a importancia del conocimiento de esas poblaciones, en particular para resolver las crisis climáticas y de biodiversidad y prevenir la aparición de enfermedades contagiosas. mgt/ifb