Esa suma significó un aumento del 55 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado y pone al país en condiciones de alcanzar la meta de realizar ventas por más de 15 mil millones de dólares en el actual pese a las difíciles circunstancias impuestas por la pandemia de Covid-19.
El buen comportamiento del sector estuvo fuertemente determinado por el Tratado de Libre Comercio entre Vietnam y la Unión Europea (UE), activado en agosto de 2020.
Pero como es tradicional, entre los más de 100 países a los que Vietnam suministra esos rubros, sus principales compradores fueron Estados Unidos, Japón y China, que junto a la UE y Corea del Sur copan cerca del 90 por ciento de las facturaciones.
La nación indochina aspira a convertirse en el segundo mayor exportador de madera y derivados de Asia y el primero del sudeste asiático, con un crecimiento anual promedio del 5,5 por ciento hasta el 2025 e ingresos por 20 mil millones de dólares al año.
Los planes consideran mantener la cobertura forestal (del 42 por ciento en la actualidad) mediante el mejoramiento de la productividad y la calidad de los bosques.
Vietnam posee unas cinco mil empresas dedicadas a elaborar madera y otros productos forestales, de las cuales unas mil funcionan bajo el régimen de inversión extranjera, con una gran escala de producción y aplicación de tecnología de avanzada.
El sector es uno de sus principales contribuyentes de divisas y ocupa a un gran número de trabajadores, lo que contribuye a reducir la pobreza y propicia el desarrollo socioeconómico de las zonas rurales y montañosas.
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