Dicha cifra entregada en junio y julio quedó a la mitad de sus previsiones, dada la grave escasez de alimentos, dinero en efectivo, combustible y de equipos de telecomunicaciones operativos, por lo que no se cumplieron totalmente los objetivos del PMA, incluida la ayuda a comunidades al borde de la hambruna, admitió el organismo.
Esa agencia de la ONU pretende llegar a 2,1 millones de personas con asistencia alimentaria de emergencia a partir de agosto, para lo cual necesita al menos seis mil toneladas métricas de alimentos cada semana para hacerlo.
La inseguridad y las limitaciones operativas durante las últimas semanas han impedido suministrar estas cantidades en Tigray, según la fuente.
Datos preliminares de una evaluación nutricional muestran tasas de desnutrición aguda global cercanas al 30 por ciento para los menores de cinco años y hasta el 80 por ciento en las embarazadas y lactantes.
El PMA requiere 79 millones de dólares para ampliar su respuesta en Tigray hasta finales de año.
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