Ambos dirigentes intervinieron en la primera reunión del recién electo Gobierno, que estableció los objetivos para el próximo quinquenio.
Minh Chinh expuso que Vietnam está en condiciones de lograr un crecimiento económico del 6,5-7,0 por ciento como promedio anual hasta el 2025 -superior al del anterior lustro-, lo que para entonces lo convertiría en una nación industrializada y de orientación moderna.
Subrayó, empero, que el ejecutivo no subordinará a esa meta el mejoramiento de la vida material y espiritual de la población, la justicia social, ni la protección del medioambiente.
En un orden más puntual, señaló que uno de los objetivos es reducir del 1,0 al 1,5 por ciento la tasa de hogares pobres, según el estándar multidimensional, y garantizar la cobertura del seguro de salud cuando menos al 95 por ciento.
Sobre las circunstancias que impone la pandemia de la Covid-19, aseguró que el Gobierno tomará acciones sincrónicas para superar su impacto y, aún en medio de tan difícil escenario, mejorar la calidad de vida de la ciudadanía bajo el principio de no dejar a nadie atrás.
Por su parte, el secretario general del PCV dio instrucciones sobre las tareas que deberá cumplir el gabinete en el quinquenio, a tono con la estrategia de desarrollarse según una economía de mercado con orientación socialista y bajo la dirección del Partido.
Sugirió que el Gobierno, los organismos gubernamentales y las autoridades a todos los niveles perfeccionen sus aparatos estatales y el trabajo del personal, así como impulsen la descentralización y la coordinación entre los organismos.
Phu Trong apuntó que en medio de la rápida y complicada evolución de la situación nacional y mundial, Vietnam debe anteponer a todo su independencia y autodeterminación, fortalecer la defensa-seguridad y seguir avanzando en la integración internacional.
A la sesión también asistieron el presidente del país, Nguyen Xuan Phuc, el titular de la Asamblea Nacional, Vuong Dinh Hue, y otros altos dirigentes de la nación indochina.
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