El Cuerpo de Agentes Metropolitanos rodeó con cinta amarilla espacios como la plaza Gerardo Barrios y otros parques del Centro Histórico, y desplegó a efectivos para requerir a las personas que lleguen sin mascarillas.
A inicios de semana el alcalde de San Salvador, Mario Durán, anunció que los fondos que solían destinarse a las Fiestas Agostinas, suspendidas por la pandemia, serían usados para reforzar las medidas de bioseguridad.
Los agentes de la municipalidad aplican alcohol gel a quien lo solicite, y no permiten que merodeen personajes habituales de estas plazas, como vendedores informales, deambulantes, músicos y otros pintorescos tertulianos.
La medida obedeció al relajamiento de los protocolos de bioseguridad, visto en aglomeraciones y corrillos, uno de los detonantes de un reciente alza en los casos de Covid-19 en esta nación centroamericana.
Además, pese al avance en la campaña nacional de inmunización, el riesgo subió tras la confirmación de que nuevas variantes del coronavirus SARS-CoV-2, entre ellas la Delta, ya circulan en El Salvador.
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