En una declaración, esas entidades advirtieron que la plantación de árboles puede resultar contraproducente si no se realiza asegurando una adecuada compatibilidad entre las especies utilizadas y los ecosistemas que se prevén reforestar o restaurar.
Señala el texto que el cambio climático es un fenómeno global que afecta a todo el mundo con consecuencias aún impredecibles, que representan una amenaza para el bienestar humano y la integridad de la naturaleza.
Consideran urgente reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la captación de carbono mediante conservación y restauración de ecosistemas, para lo cual la recuperación de los bosques resulta sencilla, relativamente barata y con otros beneficios ecológicos y sociales’.
En Chile se están promoviendo proyectos de forestación que pueden ser beneficiosos si se evalúan los impactos sociales y ecológicos y la toma de decisiones se realiza de manera participativa y abierta, ‘pero resulta crucial también considerar los impactos negativos de estas acciones’ advirtieron.
Entre esas iniciativas los científicos alertaron sobre la plantación de especies exóticas en la Patagonia chilena, que es un ecosistema endémico con un elevado número de especies de flora y fauna únicas.
Al respecto, explicaron que la plantación en esa región de pinos del hemisferio norte genera impactos negativos como la reducción del hábitat de especies nativas y disminuye la disponibilidad de agua en el suelo, lo cual resulta crítico en ecosistemas semiáridos como la Patagonia.
Incluso, las plantaciones de pinos en la estepa patagónica pueden alterar el régimen de incendios forestales, aumentando su frecuencia, extensión y severidad.
Puntualizaron que ‘no hay evidencia concluyente respecto a cuánto carbono se libera o se captura al reemplazar la diversa estepa patagónica por una plantación específica de pinos’ y que ecosistemas más diversos son capaces de capturar más carbono en el mediano y largo plazo.
Asimismo señalaron que en cambio, existen muchas tierras en el sur de Chile y la Patagonia históricamente cubiertas de bosques y que actualmente están deforestadas, cuya reforestación y restauración con especies nativas sería una verdadera solución basada en la naturaleza.
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