El encuentro que asume como tema central el ‘tiempo muerto’, presenta una amplia gama de pinturas, esculturas, videos, collages sonoros y performances de hologramas, los cuales evocan la pausa ocasionada por la pandemia de la Covid-19 en la escena internacional.
Hasta el 15 de agosto, la agenda del evento intentará reanimar la industria cultural, golpeada por la crisis sanitaria, en tanto recreará la capacidad de los creadores de encontrar inspiración en los lugares y momentos más insospechados, para convertir la parálisis temporal en arte.
Un comunicado de la presidenta del festival y curadora de la muestra, Luise Grudzinski, señala que las piezas incorporadas a la muestra, provienen del desarrollo de siete talleres de cuatro semanas, así como de 13 artistas que enviaron sus trabajos desde varias regiones de Alemania y de otros países.
La antigua estación deviene símbolo de esa improductividad que centra el festival, por su entorno de abandono y añejo, el cual abrigará la mayoría de las obras en un pabellón principal, mientras otras estarán dispersas por el depósito y dos quedarán disponibles en una galería virtual.
Cada año el certamen se instala en un lugar diferente, en coherencia con el enfoque o tema central de esa edición, en tanto alterna las propuestas expositivas con lecturas públicas y conciertos.
Asimismo, el espacio cultural marca el nuevo destino del depósito de trenes, que luego de dos décadas de permanecer en el abandono será sede de un proyecto de reconstrucción que le devolverá la majestuosidad a este sitio centenario.
rgh/lbl