Según reseñó el diario local Dallas Morning News, los 52 mandatos de arresto fueron firmados por el presidente de la Cámara Baja Dade Phelan.
La mayoría republicana autorizó las detenciones para obligar a sus adversarios políticos a regresar a través de una moción que recibió la víspera 80 votos a favor y 12 en contra.
El proyecto de ley lleva más de un mes sin poder aprobarse, ahora por la ausencia de los demócratas que utilizaron esa vía para bloquear el sufragio de una propuesta que, como otras similares en diferentes legislaturas del país, son consideradas por el presidente Joe Biden de ataque contra la democracia de Estados Unidos.
Aunque el sargento de armas dejó dentro del Capitolio estatal copias de todas las órdenes en las oficinas de los demócratas, había pocos indicios de una posible resolución del estancamiento, pues ellos viajaron a esta capital en julio para torpedear las labores del Legislativo de Texas.
‘Es nuestro derecho como legisladores romper el quórum para proteger a nuestros electores’, escribió en la red social Twitter el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Chris Turner.
La sesión extraordinaria fue convocada porque el 30 de mayo los demócratas del sureño estado abandonaron la sesión para no avalar la adopción allí de la ley, impulsada por la bancada republicana a imagen de las ya adoptadas en Georgia y Florida.
Con la propuesta dicen que aumentarán la seguridad de las elecciones al prohibir el voto por ‘drive-in’ (voto en automóvil) o instaurando restricciones sobre los horarios de votación y el sufragio por correo lo que, a juicio de observadores, hará más difícil este derecho a las minorías, especialmente el electorado negro, que se inclina hacia los demócratas.
Tras la derrota de Donald Trump en las presidenciales del 3 de noviembre de 2020, los proyectos de ley que restringen el acceso al voto han proliferado en los estados por iniciativa de los republicanos.
La fuerza azul invoca con frecuencia las falsas acusaciones de fraude que sigue impulsando Trump, quien negado aún a reconocer la victoria de Biden, afirma, sin pruebas, que el escrutinio le fue ‘robado’.
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