Todas esas estaciones, operadas y administradas por el CSN de la Universidad de Chile, son de gran importancia para el monitoreo sísmico, tanto en sus respectivos territorios como a nivel nacional.
Sergio Barrientos, director del CSN, señaló que el daño que ocasionan esos hechos delictivos es muy grave, pues esas instalaciones permiten caracterizar rápidamente los terremotos que pudiesen ocurrir en las cercanías, especialmente aquellos capaces de generar tsunamis.
Añadió que eso es particularmente relevante, pues la zona costera de la Región de Atacama ‘se está transformado en una brecha sísmica por lo que al no tenerlas en funcionamiento dificulta la oportuna evaluación de un terremoto y de un potencial tsunami, lo que pone en riesgo a la comunidad’.
El hecho más reciente ocurrió en julio en la estación ubicada cerca del Parque Nacional Llanos de Challe, en la norteña región de Atacama, donde fueron sustraídos los seis paneles solares que garantizan la energía a la instalación.
Anteriormente, en enero de 2021 también en la costa de la región de Atacama, la estación ubicada en Bahía Inglesa sufrió un robo parecido con la pérdida de tres paneles solares y seis baterías.
En octubre de 2020, la estación ubicada en la ciudad de Taltal, en la región de Antofagasta fue víctima del robo de un panel solar, una batería y un controlador de carga.
Las autoridades indicaron que el primero de esta serie de robos ocurrió en la estación GO02, ubicada al interior de la región de Antofagasta, la vual fue desvalijada en dos ocasiones con la sustracción de 12 baterías, tres paneles solares y dos controladores de carga, en marzo de 2020.
El CSN llamó a la ciudadanía a respetar y proteger las estaciones de monitoreo sísmico, ya que proveen información fundamental para dar seguridad a las comunidades, e informó además que esos robos fueron denunciados y algunas estaciones ya se encuentran operativas, pero otras deberán ser reubicadas.
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