Un comunicado de la cancillería nicaragüense señaló que las autoridades ticas se suman a la postura europea de cuestionar la legalidad, institucionalidad y políticas internas de Managua, acto para el que, asegura, carecen de autoridad moral.
También criticó la creación de organismos encargados supuestamente de observar la situación interna del país rumbo a las elecciones generales del 7 de noviembre y velar por la defensa de los derechos humanos de sus ciudadanos.
‘A nombre del pueblo de Nicaragua, exigimos se ocupen, denuncien y respondan ante el mundo, esos llamados organismos, creados al gusto del cliente, porque la pura verdad son negocios fraudulentos, que respondan por su propio deber de proteger los derechos humanos de los trabajadores costarricenses’, sostiene la nota del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Esperamos, agrega el texto, se pronuncien con la misma energía, ante la documentada violación de derechos humanos y sociales de nicaragüenses migrantes y de los mismos costarricenses.
Nicaragua es blanco de una campaña internacional que busca desacreditar el proceso eleccionario, en el que según encuestas recientes el presidente Daniel Ortega y el partido Frente Sandinista de Liberación Nacional aparecen como favoritos.
Con Estados Unidos a la cabeza, la referida campaña busca crear una opinión pública adversa para que la comunidad internacional desconozca el proceso y sus resultados, sin importar la voluntad de los casi tres millones de nicaragüenses con derecho al voto.
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