Según el director regional del Departamento de agua y bosques en Chauen, Rachid El Anzi, los vientos, muy variables en su dirección, ‘no ayudan a poder controlar al fuego’, e indicó que unas 200 hectáreas de vegetación quedaron calcinadas la noche del domingo.
‘No se han lamentado víctimas, dado que se dio prioridad a prevenir la propagación del siniestro hacia zonas habitadas’, afirmó el funcionario.
En las labores para detener la propagación de los incendios, los equipos destinados a la extinción reciben el apoyo de cuatro aviones acondicionados para tales menesteres.
Aún se desconocen las causas de los siniestros –añadió Anzi- para quien no descarta que el fuerte calor y los vientos podrían ser los desencadenantes.
Varias regiones marroquíes registran desde el viernes temperaturas de hasta 49 grados Celsius, conforme indicó el Departamento de Meteorología.
Entre el 9 y el 11 de julio, otra ola de calor considerada excepcional favoreció que se desencadenara una veintena de incendios en diversas partes del país, los cuales destruyeron mil 200 hectáreas de bosques.
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