Tal situación se torna más compleja ante el azote de la tormenta tropical Grace, lo cual empeora el acceso al agua, refugio y otros servicios básicos, señaló esa agencia de la ONU.
Hay una alta probabilidad de que las inundaciones y deslizamientos de tierra agraven la situación de familias vulnerables y compliquen la respuesta, detalló en un comunicado.
Según indicó el representante de Unicef en Haití, Bruno Maes, innumerables familias haitianas lo perdieron todo por el terremoto y ahora viven literalmente con los pies en el agua debido a las inundaciones ocasionadas por Grace.
En este momento, añadió, alrededor de medio millón de niños haitianos tienen un acceso limitado o nulo a refugio, agua potable, atención médica y nutrición.
Anoche se registraron vientos y fuertes lluvias en las mismas áreas afectadas por el terremoto del pasado sábado, apuntó Maes, quien se encuentra en la ciudad de Les Cayes.
La violencia criminal y la inseguridad también complican la respuesta humanitaria: la carretera principal de Puerto Príncipe al sur del país está controlada por pandillas y esto hace muy difícil el acceso.
Unicef reportó que pudo llegar con suministros médicos a zonas dañadas por el movimiento telúrico y entregó seis botiquines sanitarios a tres hospitales en Les Cayes, con los cuales se podrán tratar a 30 mil víctimas del terremoto durante tres meses.
Junto a otros socios humanitarios de la ONU, la entidad distribuye lonas para albergue de emergencia, letrinas y duchas, depósitos de agua y kits de higiene.
Unicef calcula que necesitará 15 millones de dólares para responder a las necesidades más urgentes de al menos 385 mil personas, incluidos 167 mil niños menores de cinco años, durante un período de ocho semanas.
Este requisito de financiación inicial se revisará y ajustará en las próximas semanas, a medida que se aclare el impacto en los niños y sus familias, añadió.
También es necesario movilizar suministros adicionales, incluidos equipos educativos y recreativos, y garantizar la protección y el apoyo psicosocial de los niños.
De acuerdo con reportes oficiales, el terremoto del pasado sábado dejó más de mil 400 fallecidos y siete mil heridos, en tanto unas 84 mil casas resultaron dañadas o destruidas, junto con infraestructura pública como hospitales, escuelas y puentes.
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