La Dirección de Protección Civil señaló que los refugios temporales compuestos por carpas, lonas u otros dispositivos solo podrán instalarse en los patios de las casas afectadas que prioritariamente se sitúan en zonas rurales, y excepcionalmente en las barriadas de viviendas.
La instancia explicó que esta medida responde a que el 80 por ciento de la población de los departamentos Grand Anse, Sur y Nippes, donde se registraron los mayores daños, viven en áreas con densidad poblacional que no supera los 220 habitantes por kilómetro cuadrado.
También reconoció que los grandes campamentos de alojamiento en los centros urbanos fue una estrategia ‘difícil de manejar especialmente en el contexto haitiano, luego del terremoto del 12 de enero de 2010’.
El Gobierno se comprometió a apoyar a las victimas, asistir sus necesidades, incluidos los albergues, aunque señaló que las soluciones no deben generar nuevos riesgos ni agravar la precariedad de las familias afectadas.
Al menos mil 941 personas murieron como consecuencia del terremoto de 7,2 de magnitud originado en el sur del país, y casi 10 mil sufrieron heridas, según el más reciente balance de la DPC.
Más de 84 mil viviendas se derrumbaron total o parcialmente, lo cual afectó a decenas de miles de familias que perdieron su hogar.
Aún muchas de las víctimas esperan la asistencia gubernamental, y duermen en parques y plazas públicas luego que sus viviendas desaparecieran por el temblor. Otras les temen a las réplicas de las cuales se registraron más de 20 desde el sábado último.
Este miércoles se anunció una tregua en la salida sur de la capital que está controlada por bandas armadas, para permitir el cruce de la ayuda humanitaria llegada desde varios países al aeropuerto internacional Toussaint Louverture.
oda/ane