Según informaciones de los empleados, se empezaron a hacer algunos recortes, pero la mayoría serán despedidos en diciembre.
Existe la posibilidad de que algunos sean reutilizados. La compañía indicó que artículos como lavadoras y frigoríficos seguirán con producción en Extrema, en el estado de Minas Gerais (sudeste).
La decisión se debe a la actual situación económica del país, alega la firma que citó también la ‘estrategia global… con un enfoque en la sostenibilidad del negocio’.
El anuncio de la desactivación, realizado la semana pasada, tomó por sorpresa a los trabajadores que intentan negociar con Panasonic la ampliación de prestaciones, como el plan de salud.
Otra multinacional nipona como Sony comunicó en marzo el cierre de su unidad en la capital amazónica. Canon hizo lo mismo en junio, todavía en Manaos. Otro fabricante de productos electrónicos, la surcoreana LG, inhabilita su fábrica de Taubaté (Sao Paulo).
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