Desde el estallido de los siniestros tanto el primer ministro argelino, Aiman Benabderrahmane; como el presidente de la república, Abdelmadjid Tebboune, estimaron que estaban ‘provocados por manos criminales’.
Recuentos oficiales cifran en 73 los muertos, además de una cantidad indeterminada aun de desaparecidos y enormes daños materiales a causa de los incendios, sobre todo en las ciudades de Bejaia y Tizi Ouzou, los cuales fueron dados hoy por extinguidos.
Los fuegos masivos comenzaron el lunes antepasado y agostaron decenas de miles de hectáreas de bosques en 26 ciudades argelinas, acorde con los cómputos de las fuentes oficiales circulados por la agencia noticiosa argelina APS.
Por lo menos 73 personas, 33 de ellas militares, y un número indeterminado de desaparecidos constituyen las pérdidas humanas por los siniestros, refieren las estadísticas gubernamentales.
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