Un estudio realizado por la principal organización de productores del sector agroalimentario con la firma encuestadora Ixé incluyó en el cálculo las erogaciones efectuadas en rubros como alojamiento, alimentación y ocio.
A la restricción del presupuesto destinado a esos propósitos, precisó la investigación, contribuyó la pandemia de Covid-19 con apenas 1,5 millones de italianos que viajaron al exterior y el 32 por ciento del total que decidió descansar cerca del lugar de residencia.
El resultado fue que los 33,5 millones de vacacionistas italianos en el período estival de este año gastaron 582 euros per cápita, con el 44 por ciento de ellos entre 500 y mil, apuntó el informe.
Por otra parte, puntualizó, con la reapertura total de los espacios dedicados a la restauración alimentaria, tras meses de cierre por la emergencia sanitaria, el 65 por ciento de los vacacionistas nacionales acudió a establecimientos gastronómicos de diferente naturaleza.
La alimentación apunta a convertirse en el aspecto principal del presupuesto familiar para las vacaciones, con alrededor de un tercio del gasto destinado al consumo fuera de casa, incluida la adquisición de alimentos y otros productos enogastronómicos, subrayó el estudio de Coldiretti e Ixé.
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