En ese período de 2021 las seis refinerías de Pemex procesaron en promedio 659 mil barriles diarios, cuando se esperaba un alza por la flexibilización en las medidas sanitarias restrictivas por la Covid-19.
La cifra está lejos de alcanzar la meta propuesta por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador de un millón 100 mil barriles diarios, al tiempo que la actividad de refinación resultó ser menos rentable para la petrolera entre enero y junio de este año, respecto de igual lapso de 2020.
Un parte de la empresa indica que, como parte del objetivo de reducir la importación de combustibles, Pemex recibirá dos mil 800 millones de dólares del gobierno federal para reactivar la construcción de la planta coquizadora en la refinería Miguel Hidalgo, que se ubica en Tula, Hidalgo.
Con la coquizadora, la empresa estatal busca procesar 140 mil barriles diarios de combustóleo de las refinerías de Tula y Salamanca y elaborar petrolíferos de mayor valor en el mercado.
Pemex estima que esta acción representará una producción adicional de 42 mil barriles diarios de gasolina, 78 mil de diésel de ultra bajo azufre (DUBA) y 20 mil de turbosina.
Agrega que la nueva inversión busca impulsar el aumento de la producción en las refinerías, las cuales produjeron cinco mil barriles diarios menos en el primer semestre del año, respecto del igual periodo de 2020.
Datos de la Secretaría de Energía (Sener) señalan que las seis refinerías de Pemex procesaron 665 mil barriles diarios de petróleo crudo y líquidos en el segundo trimestre del año, una reducción de 10,73 por ciento frente a enero-marzo, cuando elaboró 745 mil toneles.
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