De esa forma, el tribunal desestimó la apelación del ejecutivo a una sentencia de un juez con sede en el sureño estado de Texas que ordenó reanudar el programa mediante el cual los inmigrantes deben permanecer en México hasta su audiencia de asilo.
Para los magistrados de la máxima instancia judicial del país, la administración no demostró las probabilidades de éxito de eliminar los oficialmente llamados Protocolos de Protección al Migrante (MPP).
A principios de este año la administración de Joe Biden puso fin a esa estrategia, pero luego, en abril, los estados de Texas y Missouri demandaron al gobierno debido al aumento de indocumentados en esos territorios de la frontera sur del país.
Defensores de los inmigrantes consideran que ese programa somete a quienes buscan residir en el país norteño a condiciones insalubres y a la violencia.
Las detenciones de personas mientras intentan cruzar la frontera alcanzaron este año las mayores cifras de las últimas dos décadas, una tendencia que los republicanos atribuyen a la revocación por parte de Biden de las políticas de inmigración de línea dura de Trump.
Desde su campaña presidencial, el actual mandatario se comprometió a revertir la mayoría de las políticas xenófobas de su antecesor en el cargo y sustituirlas con una estrategia más humana y ordenada.
Sin embargo, ocho meses después de su llegada al poder, el gobernante recibe críticas tanto de demócratas como de republicanos, que creen que la situación fronteriza es un lastre político para la Casa Blanca.
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