‘Con la llegada de este primer crucero con pasajeros a nuestro país, después de más de un año y medio, continuaremos con el apoyo a la reactivación económica del país, con servicios relacionados al turismo e industrias marítimas auxiliares, entre otros’, aseguró un comunicado la Autoridad Marítima de Panamá (AMP).
La nave de 134 metros de eslora (largo) y 19 de manga (ancho) inauguró la temporada 2021-2022, luego del decreto gubernamental del 24 de agosto pasado que permite el embarque y desembarque de viajeros marítimos, naves de gran calado, yates y mega yates.
La pequeña nave, propiedad de la estadounidense Windstar Cruises, ancló ayer en el istmeño archipiélago de la Comarca Guna Yala, procedente de la rada colombiana de Cartagena de Indias y tiene un itinerario de siete días que incluye este viernes la Isla Colón, en Bocas del Toro, provincia del extremo noroccidental del país.
Como parte de su ruta transitará el domingo por el canal interoceánico rumbo al Océano Pacífico, hará una parada en esta capital y continuará su viaje hacia Isla Parida, en el suroeste panameño, donde continuará su trayecto a un puerto de la ribera sur de la vecina Costa Rica.
‘Esta operación controlada por el Ministerio de Salud y la AMP, ha sido autorizada siguiendo los lineamientos del Protocolo de Recepción de Cruceros trabajado por ambas entidades, así como aquellos establecidos por el protocolo de bioseguridad del barco’, aseguró la institución rectora de la actividad marítima.
Las autoridades panameñas explicaron que todos los pasajeros y tripulantes están vacunados, además de portar pruebas negativas a la Covid-19 y cumplirán las normas establecidas de ingreso al país, mientras algunos de ellos desembarcarán para retornar por vía aérea a sus países de origen y otros abordarán el barco para iniciar su viaje de recreo.
El Star Breeze tiene capacidad máxima para 312 pasajeros y 190 tripulantes, pero debido a las restricciones internacionales de salud, solo ocupan un máximo de 60 por ciento de aforo, aseveró la fuente.
Panamá siguió de cerca la tragedia del crucero Zaandam, que en marzo de 2020 transitó por el canal transístmico con cuatro personas fallecidas a bordo, tras decretarse una epidemia de gripe con síntomas similares a la Covid-19 y recibir la negativa al atraque en puertos chilenos y panameños para evacuar a pasajeros y tripulantes.
Tras una compleja operación bajo extremas medidas de seguridad biológica, la nave y su gemela Rotterdam que vino en auxilio de la primera, pasaron por la ruta fluvial del Pacífico al Caribe y pusieron proa a la estadounidense rada de Fort Lauderdale, en Florida.
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