La brigada, compuesta por 25 miembros, entre ellos nueve médicos, brinda apoyo sanitario en el hospital con nivel uno de atención, que emplazó el 25 de agosto en la comuna de Corail para aumentar la capacidad local ante la emergencia suscitada luego del reciente sismo.
Por instrucción del canciller Felipe Solá y en sintonía con la tradición política argentina de cooperación con los países de la Comunidad del Caribe, los voluntarios del organismo, especializados en salud, realizan atención ambulatoria de emergencia.
Asimismo, brindan servicios de pediatría, clínica médica general, obstetricia y traumatología, precisó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina.
Según la presidenta de Cascos Blancos, Marina Cardelli, la misión humanitaria labora también de conjunto con las naciones y organismos internacionales presentes en Haití para fortalecer la respuesta sobre el terreno en favor del pueblo.
Trabajamos fieles al compromiso solidario que asumió la Argentina para alcanzar la unidad y una mayor integración con nuestros países hermanos, apuntó Cardelli.
Durante estos días, la titular de Cascos Blancos visitó el Hospital Néstor Kirchner acompañada del embajador argentino en Haití, Cesar Alberto Faes, y dialogaron con las autoridades para evaluar la situación en la zona, coordinar la complementariedad del trabajo y avanzar en la derivación de pacientes con traumas graves.
El hospital, ubicado en Corail, fue inaugurado en junio de 2013 como parte del Acuerdo de Apoyo Técnico entre la Comisión Cascos Blancos y la Secretaría Técnica de Unasur (Unión de Naciones Sudamericana), al tiempo que atiende a más de 50 mil personas.
Además de recorrer otros sectores, recibieron al funcionario del Ministerio de Salud del Departamento Grand’Ainse, Duverson Angello, y a representantes de organismos internacionales como Unicef, que operan en Haití.
También fueron visitados por médicos cubanos del Contingente Internacional Especializado en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve, que arribaron recientemente a esa isla para sumarse a los esfuerzos de sus colegas y coterráneos ya desplegados en el terreno.
El pasado 14 de agosto un terremoto de 7,2 grados azotó a Haití y dejó un saldo de más de dos mil víctimas fatales.
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