La llamada marcha del ‘Dinero de Sangre’ estuvo dirigida principalmente contra los bancos que financian a compañías que se benefician de la extracción de combustibles fósiles como el petróleo, gas natural y carbón, constató Prensa Latina.
El financiamiento de los combustibles fósiles está matando al planeta, advertían las pancartas que portaban un grupo de personas vestidas como banqueros, pero con las caras cubiertas y las manos pintadas de rojo para que pareciera sangre.
Dos de los manifestantes escalaron el pórtico de entrada del Standard Chartered y rociaron los cristales de banco con pintura roja, mientras otro grupo hizo lo mismo con la fachada del edificio que alberga la corporación que administra la City.
Queremos que los bancos reconozcan su papel en la crisis climático actual, aseguró a Prensa Latina una joven que prefirió mantener el anonimato.
La activista afirmó que instituciones bancarias como Barclays y HSBC invierten en el sector de los combustibles fósiles a sabiendas de que el petróleo, el gas natural y el carbón están entre los principales contaminantes del medioambiente.
Will, quien aguantaba uno de los extremos de una gran tela donde se aseguraba que ‘Nada es Imposible’, apuntó, por su parte, que la meta del gobierno británico de reducir a cero las emisiones de gases de carbono para 2050 es demasiado tardía.
La marcha que trastocó este viernes la City de Londres fue convocada por el grupo ecologista británico Extinction Rebellion como parte de su ‘Rebelión Imposible’, una acción de desobediencia civil iniciada el lunes pasado luego de meses de inactividad por la pandemia.
La Policía Metropolitana no informó aún sobre el número de personas arrestadas en la protesta, pero hasta la víspera, cuando los activistas pintaron de rojo la fuente frente al Palacio de Buckingham, había alrededor de 300 personas detenidas.
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