La Arquidiócesis de San Salvador convocó al homenaje, tras la confirmación desde el Vaticano de que Grande será beatificado junto a sus compañeros Manuel Solórzano y Nelson Lemus, además del padre italiano Cosme Spessotto.
La ceremocia será el próximo 22 de enero, a cargo de Gregorio Rosa Chávez, primer y único cardenal de El Salvador, figura cercana a San Oscar Arnulfo Romero y mediador en la negociación para acabar el conflicto armado.
Grande, Solórzano y Lemus fueron emboscados y asesinados por la extinta Guardia Nacional el 12 de marzo de 1977, cuando iba a una misa en el poblado de El Paisnal.
El martirio de Grande radicalizó al entonces arzobispo Romero, su amigo y confesor, quien también sería ultimado tres años después, y canonizado por la Iglesia Católica en octubre de 2018.
El papa Francisco, quien guarda en su recámara en el Vaticano apuntes de una catequesis de Grande, afirmó que el jesuíta fue ‘un profeta de testimonio’ que cambió defintivamente al ya venerado como San Romero de América.
A su vez, Spessoto fue asesinado en su propia parroquia de San Juan Nonualco el 14 de junio de 1980, pocos días después de denunciar el asesinato de cuatro catequistas a manos de efectivos militares.
Por entonces escribió en una carta que temía morir de forma violenta a manos de ‘personas fanáticas’, pero a pesar de las advertencias, se quedó en El Salvador y fue asesinado mientras oraba de rodillas frente al altar.
El Salvador sufrió entre 1980 y 1992 un conflicto armado, cuyo detonante fue el magnicidio de monseñor Romero, y marcado por el asesinato de otros religiosos considerados simpatizantes de la Teología de la Liberación.
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