Esta fue una de las peores jornadas del país frente a la pandemia desde el rebrote de la enfermedad hace justo cuatro meses, si se exceptúa la del pasado domingo, cuando los decesos marcaron una cota inédita de 737.
La variante Delta del SARS-CoV-2 echó por tierra los magníficos resultados de la nación indochina frente al letal virus.
Hasta el 27 de abril, Vietnam solo registraba tres mil 428 contagiados con el mal y 35 muertes por su causa, de modo que solo hoy quintuplicó los casos y más que decuplicó los fallecimientos.
Las estadísticas son más espeluznantes si se considera que en estos cuatro meses los infectados se multiplicaron por casi 120 y los decesos por 287.
La sureña Ciudad Ho Chi Minh es el territorio más afectado por la cuarta oleada de la enfermedad con 199 mil 483 casos (48,6 por ciento del total) y siete mil 965 muertes (79,2 por ciento del acumulado).
En esa, la urbe más populosa de Vietnam, y en la vecina provincia de Binh Duong, rigen medidas de confinamiento sin precedentes: sus únicos contactos con el resto del país son para recibir ayuda material y sanitaria, y la gente solo puede salir de sus casas por razones de muy imperiosa necesidad.
En casi todas las localidades vietnamitas, incluida esta capital, están vigentes otras medidas de contención del mal, aunque no tan rigurosas.
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