A menos de la adopción de medidas para evitar ese pronóstico, habrá una debacle total, advirtió Derian, en declaraciones reproducidas en la Agencia Nacional de Noticias y el portal Naharnet.
Con inicio a finales de 2019, el deterioro socioeconómico llegó a más profundidad en los últimos días al agudizarse la escasez de combustible que paralizó servicios esenciales y generó brotes de violencia.
Según el jefe de la Seguridad General, Abbas Ibrahim, la crisis podría prolongarse y ordenó firmeza a sus subordinados para evitar el caos.
Esas advertencias resultan de las más fuertes expresadas por figuras de relieve en el panorama político libanés.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, recabó la instalación de un gobierno en Líbano que anule la catástrofe que todos anuncian.
Los políticos siguen en discordia sobre la formación de un ejecutivo desde el 10 de agosto de 2020, tras la renuncia del gabinete que ahora funciona en modo de cuidador.
La moneda nacional perdió más de 100 por cien de su valor respecto al dólar y como resultado de un alza de precios, más de la mitad de los ciudadanos cayeron por debajo del umbral de la pobreza.
No hay medicamentos para tratamiento de cáncer o de otras enfermedades crónicas y terminales, e incluso los hospitales limitaron sus programas quirúrgicos por carecer de energía eléctrica. ‘Tememos que la paciencia se acabe y todos caigamos en el horno de un caos total’, señaló el gran muftí durante su sermón de los viernes.
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