La principal confederación agroindustrial de Italia valoró que la anómala tendencia climática con invierno hirviente, heladas en primavera y un verano dividido entre calor africano, sequía y violentas tormentas destruyó las floraciones, impidió a las abejas recolectar el néctar y creó serios problemas para las colmenas.
Calculó que como resultado de ello la cosecha de miel este año probablemente estará muy por debajo de los 15 millones de kilos, de las más bajas de las últimas décadas, lo cual quiere decir que alrededor de la mitad de la miel vendida en Italia este año proviene del extranjero.
También comentó como aspecto negativo las afectaciones para los agricultores y detalló al respecto, con datos de la FAO, que tres de cada cuatro cultivos alimentarios, dependen en cierta medida de la polinización de las abejas para obtener rendimiento y calidad, incluidas manzanas, peras, fresas, cerezas, sandías y melones.
Añadió que en Italia existen más de 60 variedades de miel, desde la miel de acacia hasta la de flores silvestres (una de las más comunes), la de naranja, de castaño (más oscura y amarga), de tilo y otras tantas, pasando por las mieles de plantas aromáticas como la lavanda, el tomillo y el romero.
Citó también datos del informe del Observatorio Nacional de la Miel en Italia el cual reconoce existen 1,6 millones de colmenas cuidadas por unos 70 mil apicultores, de los cuales más de dos de cada tres son aficionados que producen para el autoconsumo.
Reconoció además la asignación del estado de cinco millones de euros para proporcionar ayudas económicas a los apicultores que sufrieron graves daños como consecuencia de eventos excepcionales en los meses de abril, mayo y junio pasados.
Recursos que, ‘aunque apreciables, no son suficientes, en comparación con los daños sufridos por el sector apícola durante el 2021 por eventos climáticos anómalos», apuntó.
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