Recientes encuestas indican una pérdida de confianza en parte de la ciudadanía en la Convención Constitucional, sobre lo cual la destacada académica expresó que en buena medida esa desaprobación ‘ha sido fomentada por sectores que no están de alguna manera validando el trabajo de la Convención’.
Loncon explicó que basta ver lo que aparece en Twitter donde ‘lamentablemente hay gente que se queda con esa información, que en el fondo es cerrada, con muchas mentiras también y siguen reproduciendo eso’.
Según expresó, la mesa directiva de la Convención busca mejorar el sistema de comunicación ‘para que nos permita llegar a todos los rincones e ir trabajando directamente para contrarrestar las mentiras’.
La semana anterior un estudio publicado por el Centro de Investigación Periodística (Ciper) alertó sobre una fuerte campaña de descredito coordinada en redes sociales, que caracterizó como un ataque completo por diversos flancos al unísono, y que encabezan las grandes empresas que controlan el periodismo en el país.
La investigación, respaldada por entidades especializadas, reveló que se intenta instalar matrices de opinión aun sabiendo que son falsas, tales como que los miembros de la Convención no trabajan lo suficiente, y en especial para poner en duda la capacidad de su presidenta.
Ciper concluyó que además de tener que sortear un sinnúmero de obstáculos administrativos y financieros para funcionar, ‘el discurso de odio es el nuevo desafío y la nueva traba que la Convención tiene que enfrentar en este histórico proceso, y tal vez sea el más peligroso de todos’.
Instalada el 4 de julio último tras ser elegidos sus 155 integrantes por votación popular, la Convención Constitucional dispone como máximo de un año para redactar la carta magna y en el entrante septiembre entra en una etapa decisiva de trabajo con la discusión y aprobación de su reglamento.
La redacción de una nueva Constitución para Chile, que derogue a la impuesta en 1980 en época de la dictadura de Augusto Pinochet, es considerada el logro más importante de la revuelta popular que estalló en octubre de 2019, en la cual millones de chilenos reclamaron cambios profundos en el país.
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