Es la tercera ocasión consecutiva de redadas, el primer día fueron detenidas 86 personas, ayer unas 175 y en esta jornada está por ver cuántas, dijeron pobladores de la zona quienes señalaron que son haitianos y centroamericanos, principalmente.
Explicaron que los migrantes estaban descansando debajo de los árboles en la localidad de San Felipe Tizapa, municipio de Escuintla, cuando fueron sorprendidos por los uniformados.
Recordaron que como en los operativos anteriores —en contra de las anteriores dos caravanas disueltas el martes y miércoles en Mapastepec—, los ciudadanos extranjeros lanzaron piedras y palos a los agentes ante las amenazas de represión.
Comentaron que la mañana del martes el contingente salió de Tapachula en medio de un fuerte aguacero, por lo que sus integrantes corrieron y se resguardaron en potreros y cultivos de ranchos, pero fueron perseguidos por los agentes del INM y de la Guardia Nacional.
Los migrantes salieron de Huixtla, donde pernoctaron, hacia Escuintla, pero debido al fuerte sol de la costera, decidieron descansar en San Felipe Tizapa, lo que aprovecharon los uniformados para realizar el operativo.
Los aproximadamente mil migrantes, que en total han formado las tres caravanas, afirmaron que decidieron salir de Tapachula hacia el norte de México por la falta de respuesta de autoridades mexicanas, a su solicitud de que les entreguen documentos migratorios para permanecer legalmente en este país.
Algunos de ellos aseguraron que llevan más de un año esperando la respuesta de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, y que no tienen trabajo para subsistir. El gobierno no se ha referido a este aspecto, aunque sí señaló que la próxima semana tratará el asunto con Estados Unidos.
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