Según destacó la entidad de ONU en su cuenta oficial en Twitter, numerosas familias en esa nación continúan enfrentándose a condiciones desesperadas, dos semanas después del desastre en el suroeste del territorio caribeño.
Unicef estima que alrededor de 1,2 millones de personas en Haití, incluidos 540 mil niños, se vieron afectados por el poderoso terremoto de magnitud 7,2 en la escala de Richter que provocó el colapso de hospitales, escuelas y numerosos hogares.
Los niños necesitan con urgencia atención médica y agua potable, las personas desplazadas necesitan refugio, resalta esa entidad de ONU en su campaña para conseguir donaciones.
Además, añade, los menores que fueron separados de sus familias en medio del caos necesitan más protección.
El personal de Unicef se encuentra en el terreno para evaluar la situación y trabaja con otros socios humanitarios para brindar asistencia a los menores y sus familias
La entidad calcula que necesitará 15 millones de dólares para responder a las necesidades más urgentes de al menos 385 mil personas, incluidos 167 mil niños menores de cinco años, durante un período de ocho semanas.
Según estadísticas oficiales, más de dos mil 200 personas murieron por el sismo que sacudió el suroeste de Haití y más de 12 mil se lesionaron.
El terremoto tuvo lugar en medio de la aguda crisis política y económica de ese país, y tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse el pasado 7 de julio, que profundizó el vacío institucional.
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