El magistrado entrevistó a Jean Laguel Civil, quien se desempeñaba como jefe de la Unidad de Seguridad Presidencial, antes de ser acusado de intento de asesinato y robo a mano armada.
La audiencia ocurrió a puertas cerradas y hasta el momento no trascendió información sobre el interrogatorio.
Orelien es cuestionado por varias personalidades que critican la presunta falta de experiencia, pues el homicidio de Moïse es su primer caso como juez de instrucción.
Sin embargo, el letrado sustituyó a Mathieu Chanlatte, quien trabajó en archivos nombrados como las tarjetas Dermalog, pero dimitió cinco días después de la designación, alegando razones personales.
Tras copar titulares a nivel mundial, el magnicidio del expresidente haitiano parece opacado por el reciente sismo de 7,2 en la escala de Richter que provocó la muerte de dos mil 207 personas, mientras las autoridades no avanzaron en la investigación.
Más de 40 personas se encuentran en prisión, entre ellas 18 colombianos, además de dos responsables de seguridad y el médico Enmanuel Sanon, a quien los investigadores señalan como uno de los autores intelectuales.
Un informe de la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos concluyó que los policías designados para velar por la seguridad de Moïse formaron parte del complot del asesinato, y menciona una presunta llamada entre el primer ministro Ariel Henry y el abogado Joseph Felix Badio, presunto organizador de este hecho.
Moïse recibió 12 disparos en su residencia de la capital el 7 de julio último, en tanto el Gobierno pidió asistencia a Naciones Unidas y la Comunidad del Caribe para las investigaciones y el posterior juicio contra los culpables.
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