El funcionario expresó que el Ministerio del Trabajo informó que, a julio de este año, 169 mil 500 personas laboraban por cuenta propia, una reducción de 11 mil cuentapropistas o un 5,8 por ciento con relación al mismo mes el año 2020.
Alemañy González indicó que el equipo del BDE está listo para ejecutar la estrategia económica dl gobernante Pedro R. Pierluisi, dirigida a proteger el empleo en esta nueva etapa que, anticipó, será beneficiosa para la recuperación ante la pandemia de la Covid-19.
En términos acumulados, se aprecia un aumento en el empleo por cuenta propia, pues el año fiscal 2020-2021, concluido en junio, cerró con un promedio de 173 mil 200 empleados por cuenta propia, 5,5 por ciento más que los 164,300 que durante el mismo período en el 2020, especificó.
La economista Gladys Medina, también del BDE, explicó que el Ministerio del Trabajo tiene a su cargo la compilación, análisis e interpretación de los datos estadísticos referentes al trabajo en las diversas industrias, negocios y ocupaciones en el país.
Los trabajadores por cuenta propia, conforme a las leyes y reglamentos aplicables en Puerto Rico, y salvo por ciertas excepciones, están sujetos al pago de contribuciones sobre ingresos, impuestos, patentes, registro de comerciante, etcétera.
‘Un argumento que explica la tendencia al alza en esta categoría de empleados es que conforme se implementaron las restricciones para evitar los contagios por Covid-19, a partir de marzo de 2020, un grupo considerable de personas optó por emprender proyectos de autogestión y operar por su cuenta’, dijo Alemañy González.
Esto se produjo, apuntó, debido a que muchos de los principales sectores industriales redujeron su plantilla de empleados, restringieron las operaciones o hasta cerraron temporera o permanentemente.
‘Los nichos de oportunidades, como la confección, venta y manufactura de equipos de protección personal, como cubrebocas de tela y protectores faciales de plástico, o la manufactura de separadores transparentes en acrílico o vidrio para locales comerciales y oficinas, propiciaron también este tipo de empresarismo’, abundó el presidente del BDE.
Además, empleados de otras industrias, como la construcción, jardinería y ornato, decidieron trabajar por cuenta propia, pues la alta demanda de esta clase de labor especializada tornó más lucrativo que un cuentapropista estableciera sus propias tarifas y horarios versus devengar un salario determinado dentro de una estructura obrero-patronal tradicional.
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