Por medio de un comunicado, indicaron que ya instalaron sistemas de espumado y contención en esa área del Golfo de México, muy afectada por el fenómeno meteorológico.
La zona donde se produjo el derrame de petróleo se encuentra frente a Port Fourchon, puerto de Luisiana ubicado a unos 160 kilómetros de Nueva Orleans, el cual se dedica al almacenamiento y distribución de ese hidrocarburo.
También Talos Energy, empresa de Texas especializada en plataformas petrolíferas en alta mar, enviará un equipo de buceo este domingo para tratar de establecer el origen de la fuga, según precisó la guardia costera.
Aún se desconoce el origen de la filtración del combustible, pero las estructuras de Tales Energy no son la fuente, apuntó esa compañía.
Por su parte, el diario The New York Times reportó que equipos de limpieza trabajan ahora para contener lo que los expertos llamaron un derrame de petróleo sustancial que Ida dejó en el Golfo de México, una de las principales áreas de producción de hidrocarburos de Estados Unidos.
Ese medio apuntó que casi una semana después que el huracán tocara tierra en Luisiana, aproximadamente el 70 por ciento de los clientes de energía en Nueva Orleans siguen sin electricidad.
La trayectoria de destrucción de Ida expuso una dura realidad: Estados Unidos no está preparado para condiciones climáticas extremas, destacó el diario.
El clima extremo ha causado más de 450 mil millones de dólares en daños en todo el país desde 2005 y el número de desastres que ocasionaron pérdidas de más de mil millones de dólares alcanzó un récord de 22 el año pasado, detalló The New York Times.
Las autoridades estadounidenses señalaron que aún es imposible evaluar todos los daños de Ida, pero a los residentes del litoral afectados por ese fenómeno les espera un largo camino de recuperación.
El huracán –degradado luego a tormenta tropical– tocó tierra de Estados Unidos por las costas de Luisiana el 29 de agosto, el mismo día en que se cumplieron 16 años del impacto devastador de Katrina, uno de los cinco eventos de su tipo más mortíferos en la historia de la nación norteña.
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