De esa manera sintetizó un ciclo de tenaz lucha maternal, pasajes por médicos, diagnósticos contradictorios, estudios retrasados del caso e interrupciones de fisioterapias, hasta una perspectiva esperanzadora iluminada por especialistas cubanos.
‘Aurora nació sin problemas de salud, pero a los cuatro meses descubrieron que padecía un retraso motor’, señaló Nazarín al comenzar un pormenorizado relato para el semanario Caras y Caretas aquí.
Pasó mucho tiempo sin un diagnóstico ni tratamiento concreto, a los dos años le extirparon un quiste aracnoideo medular con lo que logró algunas mejorías pero con el tiempo comenzó a empeorar, porque ‘se lo encontraron tarde’, y por lo cual ‘hay una denuncia en curso’.
Luego de contactar con el Ciren, que aceptó recibirla, seguido de una campaña de solidaridad en Uruguay de recaudación de fondos, madre e hija viajaron a La Habana el 24 de junio.
Consultada sobre los avances puntuales en la primera etapa del tratamiento recibido, dijo que los estudios requeridos retrasados desde hace años se los hicieron juntos en una semana y con eso se pudo elaborar un diagnóstico.
Enumeró distintas terapias como ozonoterapía, medicina holística, logopedia, masoterapia, reeducación fonoaudiológica para poder deglutir y volver a comer, defectología, un tratamiento muy completo, ‘algo que acá en Uruguay no existe’.
Nazzari explicó que todo el equipo médico coincidió con que Aurora tiene un subtipo de atrofia muscular espinal (AME), una enfermedad degenerativa del sistema nervioso, pero en el Ciren ‘la rehabilitan igual’.
Para esta madre ‘los avances que la niña hizo son notorios’, durante su estancia en Cuba trabajó en ponerse de pie, la escoliosis, la movilidad del brazo, ‘mejoró un montón y la meta es volver al Ciren porque es muy difícil mantener esos progresos en Uruguay’.
El viaje de ellas dos a La Habana estuvo rodeado de campañas hostiles en redes sociales e intentos de sobornos de un empresario español que a cambio de una promesa de costear atención médica en su país ‘quería que yo dijera que en Cuba la gente se muere de hambre’, contó Nazzari.
‘Hay personas a las que no les gusta que se hable bien de Cuba porque se muestra una cara que ellos no quieren que se vea’, manifestó, para añadir que ‘no es un país donde te cobran cinco veces más para lucrar con tu desgracia o enfermedad’. rc/hr