Senadores del PAN arroparon públicamente a Santiago Abascal, dirigente del ultraderechista VOX, con quien firmaron una alianza proclamada con vivas, besos y aplausos, sin que los frenara declaraciones antimexicanas de ese político denigrantes de la historia patria, incluidos las de Hernán Cortés por el exterminio de indígenas.
Una parte del PAN criticó y rechazó a los legisladores que lo hicieron, además, a nombre de México, para mayor escarnio, afectando más a la agrupación ya en crisis de credibilidad, tras los resultados negativos de las elecciones intermedias de este año cuando perdieron casi todas sus gobernaciones.
El aguacero de críticas cayó sobre el coordinador de la bancada Julen Rementería, quien mostró el sentimiento anticomunista y antinacionalista de su partido, y ahora piden su remoción, como indicó el exgobernador de Baja California Ernesto Ruffo.
Criticó que Rementería haya hecho ese encuentro en los recintos oficiales del PAN, porque pareció que la reunión tenía un carácter institucional, cuando eso no es cierto, dijo.
Frente a las críticas que generó la reunión, ni Rementería ni ningún senador y tampoco la dirigencia del blanquiazul emitieron opinión alguna, lo cual los hace más culpable todavía, expresaron algunos panistas.
De hecho, trascendió que el Comité Ejecutivo Nacional pidió a sus liderazgos ya no tocar el asunto en medios de comunicación, pero eso no ha logrado detener el escándalo interno.
Hay inconformidad por la invitación que se hizo al dirigente de Vox y se recrimina a senadores que suscribieron la llamada Carta de Madrid por su ignorancia sobre lo que representa esa formación ultraderechista, señalaron algunos medios nacionales cercanos al PAN, los cuales preguntan por qué no han sido castigados.
En esos medios se puso de ejemplo a la senadora ultraderechista Lilly Téllez, quien firmó el documento, a pesar de expresar en las redes sociales que detesta la homofobia, el racismo y la misoginia que promueve VOX.
La mayoría de los legisladores firmantes que aparecieron en la foto con Abascal están identificados con el Yunque, el ala más conservadora del panismo.
Algunos de ellos incluso signaron con antelación el pliego anticomunista y aceptaron el rebautizo de Iberoesfera para América, otra irreverencia más de ese grupo español que el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó de cuasi fascistas, al igual que al PAN.
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