Según la agencia japonesa de noticias Kyodo, el enviado del bloque regional, Erywan Yusof, hizo la propuesta en una videoconferencia con el ministro de Relaciones Exteriores, Wunna Maung Lwin, y los militares lo aceptaron.
Esto no es un alto el fuego político. Es un alto el fuego para garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios en su esfuerzo por distribuir la ayuda de manera segura, dijo Erywan.
Tras el Golpe de Estado en febrero, la entidad multinacional intentó poner fin a la violencia en Myanmar, donde miles de personas han sido asesinadas, y entablar un diálogo entre los gobernantes militares y sus oponentes.
Las naciones de la Asean y los socios del diálogo habían prometido ocho millones de dólares (10,7 millones de dólares singapurenses) en ayuda para Myanmar, agregó Erywan.
Los militares tomaron el poder tras alegar irregularidades en las elecciones ganadas en noviembre pasado por el partido Liga Nacional para la Democracia, pero monitores internacionales y la comisión electoral en ese momento dijeron que las acusaciones del ejército estaban equivocadas.
Desde entonces se sucedieron manifestaciones en las ciudades que dejaron miles de muertos y enfrentamientos también entre el ejército y milicias étnicas en diferentes zonas del país.
Entidades internacionales advirtieron recientemente que grandes grupos poblacionales fueron obligados a desplazarse, lo cual devino en una crisis humanitaria.
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