Los recursos solicitados por esa dependencia de la ONU permitirán ejecutar el Plan de Respuesta Humanitaria para los tres países que conforman el Triángulo Norte de Centroamérica, en marcha desde el mes pasado y diseñado para socorrer hasta diciembre de 2022 a los 4,3 millones más necesitados y vulnerables.
Esas naciones padecen grandes penurias agudizadas por la pobreza, los fenómenos climáticos recurrentes, la violencia crónica, el acceso limitado a servicios de salud y los flujos migratorios desde y dentro de sus territorios, explicaron los participantes en un evento virtual organizado por OCHA para amplificar el llamado humanitario.
El coordinador adjunto de Ayuda de Emergencia de la ONU, Ramesh Rajasingham, explicó que si bien se trabaja desde hace años para aliviar estos problemas y hay algunos avances, la pandemia de la Covid-19 y los huracanes Eta e Iota, ocurridos en noviembre de 2020, aumentaron un 60 por ciento los necesitados de asistencia.
Al intervenir en la cita virtual el embajador de Guatemala ante la ONU, Luis Antonio Lam, indicó que el Plan de Respuesta Humanitaria se centra en la atención de los daños causados por Iota y Eta, la sequía que afecta la seguridad alimentaria y la movilidad de la población, lo cual incluye la migración.
Significó que esa estrategia fortalece las bases para ser resilientes y aunque cada Estado tiene la responsabilidad de atender a las víctimas de los desastres naturales y otras emergencias, la cooperación internacional y la solidaridad son fundamentales.
La máxima prioridad es garantizar la seguridad alimentaria con la recuperación de medios de vida de la población damnificada, además de rehabilitar a los sectores agrícola, ganadero y pesquero, señaló el director general adjunto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Laurent Thomas.
De acuerdo con el subidrecotr del Programa Mundial de Alimentos, Amir Abdulla, nueve millones de personas en la región sufren inseguridad alimentaria, situación que empeora cada día y es la razón de que en el último lustro medio millón de centroamericanos intentaron migrar a Estados Unidos cada año.
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