De acuerdo con el presidente designado del evento, Alok Sharma, el objetivo es garantizar que la Conferencia auspiciada por Naciones Unidas, pospuesta el año pasado por la pandemia, sea lo más inclusiva, accesible y segura posible.
La prioridad de la presidencia de la COP26 es asegurarnos de que sean escuchadas las voces de aquellos más afectados por el cambio climático, y que todos los países y la sociedad civil traigan sus ideas y ambiciones a Glasgow, apuntó el funcionario.
Las regulaciones sanitarias vigentes en el Reino Unido establecen que los viajeros procedentes de lugares con alta prevalencia de la Covid-19 -listados como ‘rojos’ – deben aislarse en hoteles designados por el gobierno durante 10 días, y asumir el pago de la estancia.
En el caso de las personas acreditadas para la cumbre climática, la estadía se reduciría a la mitad en caso de estar vacunadas, agregaron los organizadores, quienes se ofrecieron además para vacunar a los participantes que no hayan tenido oportunidad de hacerlo antes de viajar.
El anuncio del gobierno británico llega en momentos en que la red de organizaciones medioambientales que agrupa a Greenpeace y al Fondo Mundial de Vida Salvaje, entre otras, abogó por una nueva posposición del evento.
Una COP26 presencial redundaría en la exclusión de facto de muchos delegados gubernamentales, activistas de la sociedad civil y periodistas, sobre todo de las naciones pertenecientes al Sur Global que en su mayoría están en la lista roja del Reino Unido, alertó este martes la Red de Acción Climática.
También recordó que a pesar de que el 57 por ciento de la población de Europa está vacunada con las dosis correspondientes, en África esa cifra ronda apenas el tres por ciento.
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