Si bien los legisladores están aún en receso de verano, a su regreso al Capitolio enfrentarán una serie de votaciones con urgencia, entre ellas las que evitarán un posible cierre del Gobierno federal por falta de presupuesto antes del día 30 de septiembre, cuando culmina el actual año fiscal.
Igualmente, deberán avanzar en cuestión de días los debates del plan de infraestructura que está en el centro de la agenda económica de la Casa Blanca, principalmente luego de que el mandatario pidiera aprobar ese paquete para enfrentar los efectos del cambio climático tras la devastación del huracán Ida y sus remanentes.
A eso se suma una previsible acalorada pelea sobre el aborto después de la prohibición respaldada por la Corte Suprema de la interrupción de embarazos en el estado de Texas, así como las restricciones al derecho al voto para las minorías en ese mismo territorio.
Está previsto que los senadores regresen a Washington el lunes 13 de septiembre, mientras la Cámara de Representantes reanudará sus trabajos el día 20 de este mes.
Eso deja a los demócratas poco tiempo para finalizar los detalles de un paquete de inversiones sociales valorado en 3,5 billones de dólares y el plan de infraestructura de 1,2 billones de dólares, cuya votación está prevista para el 27 de septiembre.
En ambos proyectos aún hay cuestiones pendientes, como su financiamiento, la expansión del programa de seguros de salud Medicare y otros detalles sobre el enfrentamiento al cambio climático.
Medios especializados en temas del Congreso, indican que existen tensiones entre moderados y progresistas del partido azul, una división que no pueden permitirse si pretenden llevar las dos propuestas al escritorio de Biden.
La semana pasada los senadores demócratas Joe Manchin y Kyrsten Sinema manifestaron su desacuerdo con el monto del paquete de ‘infraestructura social’, mientras que el presidente del Comité de Presupuesto de la Cámara Alta, Bernie Sanders, calificó como ‘muy importante’ mejorar la atención médica, la educación y la protección medioambiental.
La larga lista de tareas pendientes del Congreso solo se ha ampliado durante el receso legislativo que siguió a la fallida retirada de Afganistán, otro de los temas que pretenden discutir en las próximas semanas.
En todos esos frentes los republicanos aprovecharán la estrecha mayoría demócrata en ambas cámaras para impedir el avance de cualquier iniciativa, lo cual exigirá unidad dentro del partido gobernante para impulsar los asuntos de mayor interés del ejecutivo.
De lo contrario, analistas consideran que Biden no podrá avanzar con su agenda doméstica y eso repercutirá en las elecciones de medio término del 2022.
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