La noticia ocupa espacio en la prensa argentina y por supuesto en Twitter, donde con jocosas fotografías los argentinos enaltecen a un plato que es referencia obligada para quienes visiten estos lares, como también el alfajor, la calidad de sus vinos o sus infaltables asados.
Según la revista gastronómica Taste Atlas o Atlas del Gusto, el chori -como le llaman los argentinos- logró el puesto cuatro entre los sandwiches más votados del mundo, en una lista donde aparecen el montreal smoked meat, de Canadá, el bocadillo serranito, de España, el vada pav, de la India, y el toast skagen, de Suecia.
Y es que el chori es una de las tradiciones de la comida al paso, presente en todas las festividades, en las manifestaciones populares y, por supuesto, predilecto de aquellos que disfrutan a bocados un buen partido de fútbol desde su casa en familia o en la propia cancha.
Quien viene a Argentina y no prueba el choripán (de tantas cosas por probar), es como pasar por la bella Buenos Aires sin visitar el Obelisco o la Plaza de Mayo.
Heredado de los españoles, el hoy enaltecido platillo según cuenta la historia nació en el Río de la Plata primero y luego en resto del país, hasta que se transformó en la comida callejera emblemática de Argentina, Uruguay y Chile, especialmente emparentada con los partidos de fútbol.
Desde entonces se ha ido reinventando hasta tal punto que ya existen las versiones gourmet del clásico argentino y un festival dedicado al chori.
Lo cierto es que el olor que destila la parrilla callejera con ese pan crujiente, un chorizo de carne vacuna abierto adentro, aderezado con infaltable chimichurri, es desde este lado del cono sur una auténtica ambrosía y Taste Atlas así lo reconoció.
oda/may