Los nuevos datos muestran que casi la mitad de esa cifra, 4,9 millones, son niños que tienen al menos un progenitor sin permiso de residencia.
FWD.us. también comprobó que 1,7 millones de estadounidenses están casados con un inmigrante sin papeles.
Veintidós millones de migrantes viven en hogares de estatus mixto, formado por ciudadanos estadounidenses, residentes legales permanentes, titulares de visados temporales y al menos un indocumentado.
Los resultados salieron a la luz en medio de presiones de defensores de derechos humanos para que los legisladores demócratas incluyan disposiciones sobre inmigración en el próximo proyecto de ley de 3,5 billones de dólares, a discusión en el Congreso.
Actualmente, los individuos que arribaron a Estados Unidos de forma irregular y los beneficiarios del programa de Estatus de Protección Temporal (TPS) no pueden solicitar ningún tipo de estatus legal.
Se espera que hasta ocho millones de personas puedan acceder a la residencia legal permanente a través del paquete billonario.
Los activistas insisten que se incluyan a los inmigrantes indocumentados que llegaron al país siendo menores, a los beneficiarios del TPS, a los trabajadores esenciales y agrícolas, y a los familiares de los indocumentados.
De añadirse estos grupos a la lista de beneficiados, se elevaría a 11 millones el número de personas con derecho a las prestaciones.
La presión por un proyecto de ley de legalización general ocurre en medio de la creciente influencia política y económica de esas comunidades en el país.
Según el informe de FWD.us, los cónyuges y padres indocumentados de ciudadanos estadounidenses podrían ganar hasta un 58 por ciento más de ingresos con un estatus migratorio.
Esto añadiría 59 mil millones de dólares más a la economía estadounidense cada año y 16 mil millones de dólares adicionales en ingresos fiscales federales, salariales, estatales y locales combinados, de acuerdo con el grupo defensor de derechos de inmigrantes.
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