Ante la gravedad de la saturación que afecta una vez más a los hospitales y otros centros de salud de la CCSS (Caja Costarricense de Seguro Social) por el aumento exponencial de contagios por Covid-19, Undeca demanda tomar medidas y acciones para proteger el derecho a la salud y la vida de todos los costarricenses.
Esa situación, precisa ese sindicato del sector salud, tiene en riesgo la atención oportuna y de calidad de los pacientes Covid-19 y otras patologías, donde se hospitaliza una persona por esta enfermedad cada 10 minutos y se han contagiado miles de trabajadores de la CCSS, poniendo en condición de vulnerabilidad a toda la población.
Alerta que la CCSS está al borde del colapso, pues cada día hay menos disponibilidad de recursos humanos, insumos, equipos y capacidad operativa.
Lo anterior, señala, lo advirtieron ya el propio presidente ejecutivo de la CCSS, Román Macaya, el gerente medico Mario Ruiz y los directores de centros médicos, en oficio enviado a las altas autoridades sanitarias, cuyas proyecciones en el corto plazo son alarmantes.
Undeca denuncia que a pesar de los esfuerzos de los trabajadores por brindar los servicios, la fatiga por las extenuantes y exigentes jornadas laborales, el estrés, los retrasos en los pagos de salario y los tiempos extraordinarios, unido a la angustia de sus familias repercuten en la vida laboral y la eficacia en la atención de la salud.
El derecho a la salud es un derecho fundamental inherente al ser humano que el Estado debe tutelar, resalta el texto sindical.
Por ello, sostiene, el presidente de Costa Rica y demás jerarcas ejecutivos y sanitarios deben anteponer los intereses de la colectividad, sobre las presiones internas y externas que persiguen el lucro, evitando más muertes, discapacidades y otros costos humanos, que afectan la estabilidad de la CCSS y la calidad de vida de las familias y comunidades.
La demanda de Undeca coincide con la de los directores de los hospitales del país, quienes
solicitan al presidente tico y a las autoridades de Salud adoptar medidas restrictivas para evitar un mayor contagio del virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, y con ello aliviar la situación crítica de los centros asistenciales.
Asimismo, afirman que ‘la escasez de estos insumos clave prolonga las estancias en cuidados intensivos, e incrementa la mortalidad y los costos de atención’.
Actualmente hay mil 301 paciente Covid-19 hospitalizados, de ellos 474 en cuidados intensivos, cuando la cifra óptima de atención de estos últimos es de 359.
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