‘Estamos decididos a celebrar las consultas conforme lo acordado, y los otros asuntos existentes no tendrán ningún efecto sobre las elecciones’ que transcurrirán a finales de año, precisó un comunicado tras recibir a una delegación encabezada por Amina Mohammed, la vicesecretaria general de Naciones Unidas.
La escalada en las contradicciones entre el presidente, Mohamed Abdullahi Mohamed, y el primer ministro causó en los últimos días una nueva crisis en Somalia, que ya enfrentaba otra con el retraso en el cronograma y el incremento de las acciones del grupo extremista Al Shabab.
Ambos dirigentes se enfrentaron abiertamente en dos ocasiones por los despidos y los nombramientos en puestos cruciales del aparato de seguridad, los del ministro de Seguridad y el jefe de la agencia de Inteligencia.
En su visita de un día a este país, la vicesecretaria general de la ONU solicitó el domingo a los líderes evitar la discordia política que pueda poner en peligro cualquier avance en la estructura institucional somalí.
Por otra parte, todavía incide en la opinión pública el anuncio emitido en abril de una prórroga de dos años del mandato del gobernante, que expiraba en febrero y sin que se realizaran nuevas elecciones, lo cual desencadenó enfrentamientos armados en la capital, reviviendo lo acontecido en décadas de guerra civil que asolaron el país después de 1991.
Somalia está celebrando actualmente elecciones para su Cámara Alta y se preparan las de su Cámara Baja.
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