Grupos mixtos del Ejército y la Policía remueven cielo y tierra para encontrar a los evadidos, algunos condenados y otros en espera de juicio, todos acusados de delitos comunes, según precisiones de un portavoz de la Contraloría General de prisiones cuyo director, Haliru Nababa, pidió la cooperación pública a través de las redes sociales.
Solo medio centenar de los reclusos optaron por permanecer en la penitenciaría o no tuvieron tiempo de aprovechar la confusión generada por el ataque, que comenzó con un fuerte tiroteo entre los asaltantes y los guardias, acorde con trascendidos a la prensa.
Hasta el momento las autoridades mantienen el mutismo sobre la identidad de los atacantes.
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