De acuerdo con la misiva, que circula en las redes sociales, el jefe de Gobierno no puede abandonar el país por vía terrestre, aérea o marítima ‘por las graves acusaciones de asesinato del presidente Jovenel Moise’.
La semana pasada Bed-ford pidió a la empresa telefónica de Digicel los registros de dos números supuestamente a nombre de Henry y Joseph Felix Badio, este último señalado como uno de los autores intelctuales del magnicidio.
El rambién conocido como fiscal aseguró que los registros mostraron dos comunicaciones de unos ocho minutos pocas horas después del asesinato, y, en consecuencia, invitó este martes al primer ministro a una audiencia para ‘aclarar’ las llamadas.
Henry aun no se presentó a la Fiscalía, y la víspera despidió al comisionado de Gobierno, junto al ministro de Justicia, Rockefeller Vincent y al secretario del Consejo de Ministros, Renald Lubérice, aseguraron medios locales de prensa.
El jefe de Gobierno tampoco se pronunció sobre las supuestas llamadas, aunque en recientes declaraciones a la radio admitió su relación con el acusado.
La nueva crisis en el Gobierno ocurre cuando están sobre la mesa al menos dos propuestas de acuerdo político que reúnen a cientos de organizaciones del país.
El impulsado por el primer ministro prevé el establecimiento de una administración interina hasta la celebración de elecciones, a finales del próximo año, una reestructuración del gabinete ministerial, creación de una asamblea constituyente y redacción de la nueva carta magna.
Por su parte, la propuesta de la sociedad civil alienta la juramentación de un presidente provisional, un órgano de control similar al parlamento y el fortalecimiento de las instituciones estatales.
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